PREVENCIÓN / ATENUACIÓN PIE DE ATLETA

¿Qué es el pie de atleta?

El pie de atleta o tinea pedis es una infección micótica producida por hongos dermatofitos (que se alimentan de queratina) o por levaduras (en casos muy raros con alteración del sistema inmunitario). Afecta los pliegues interdigitales, la planta y los bordes del pie; el nombre coloquial de «pie de atleta» se le da porque frecuentemente los deportistas presentan una mayor probabilidad de contagio.

Es la dermatofitosis más frecuente y representa un 70 % de las tiñas y el 20 % de los individuos son portadores asintomáticos de una tiña contagiosa. Es frecuente ver el paso del organismo a zonas distantes del pie a través de toallas, ropa contaminada y sábanas, entre otras.

El pie de atleta es más frecuente en hombres que en mujeres y se ve tanto en niños como en adultos. Los atletas y deportistas presentan una mayor posibilidad de contagio. El contagio es por transmisión directa de persona a persona, así como de superficies húmedas donde el hongo persiste por meses, tales como piscinas, baños, duchas, toallas, alfombras, en cuarteles, colegios, saunas, hoteles y gimnasios. El mantener el pie húmedo (sudor, por ejemplo) por tiempos prolongados y uso de calzado cerrado como las botas aumenta el riesgo de aparición o permanencia de la infección, pues crea un ambiente cálido, húmedo y oscuro favorable para el hongo.

El pie de atleta causa enrojecimiento y picor constante. Algunos casos pueden presentarse sin síntomas, excepto por la característica maloliente de la infección. Es frecuente ver también grietas, ampollas y escamas en el área afectada.

El pie de atleta puede presentarse en tres formas clínicas:

  • Forma crónica intertriginos. Presentada como una infección interdigital seca, cuyos síntomas son: picazón (en algunos casos), maceración blanquecina, grietas y fisuras con un olor característico y descamación.
  • Forma aguda, generalmente plantar. Prurito (en algunos casos), grietas e hiperqueratosis por donde todo el pie se amolda al zapato. Es frecuente ver ulceraciones y costras en lugares de mayor fricción.
  • Forma vesicular húmeda. Con vesículas que nunca deben ser explotadas intencionadamente.

DURACIÓN: 60 minutos aproximadamente
SESIONES RECOMENDADAS: una vez a la semana hasta la mejoría de las lesiones. Mantenimiento preventivo una vez al mes
INDICADO PARA: personas que presenten esta afección. También se puede realizar en deportistas como preventivo
QUÉ CONSEGUIMOS: eliminar el hongo causante. Piel sin lesiones